Inicio » ¿Vale la pena?
Otra semana que pasa en la que el estado de ánimo colectivo se dirime en los titulares de los medios. Una nueva semana en la que nos disponemos a resistir un nuevo viaje en una montaña rusa extrema en la que no elegimos sentarnos y en la que todo vale.
En tan sólo unos meses transcurridos desde aquel 18 de mayo en el que Cristina Fernández anunció que su candidato a Presidente sería Alberto Ídem, un montón de cosas que creíamos sepultadas resurgieron en cuestión de segundos. Tipos que pasaron sus últimos cuatro años puteando al aire o en silencio, volvieron a putear con nombre y apellido y gratis. Estás sentado en un bar, tomando un café, y te insultan. Abrís el teléfono a la mañana y filtrás los mensajes por amenazas. Y si eso pasa a un nivel como el mío, imaginen más arriba. Jorge Lanata no puede salir a fumar un pucho en la puerta de la radio sin que le digan de todo. Hoy.. A Nicolás Wiñazki le pasa lo mismo por las noches. Hay que reconocerles la continuidad temporal a los agresores gratuitos.
En julio de 2010, un grupo de delincuentes le roban el dinero a una mujer embarazada de nueve meses y le pegan un tiro. Herida, llega al hospital y le practican una cesárea. Tarde: la hermorragia provocó falta de oxigenación y el niño nació con problemas de sobrevida que tuvieron un desenlace aún peor. La semana pasada, a la ahora diputada provincial Carolina Píparo le recriminaron haber utilizado aquel hecho fatídico para hacer plata o política.
Es curioso como en la Argentina aún concebimos que es lo mismo hacer política o dinero. ¿Cuál fue el pecado de la mujer que hoy es diputada provincial pero nunca dejará de ser una víctima del delito y madre de un hijo muerto? Haber dado dos entrevistas. Dos putas entrevistas.
Cientos de venezolanos con cuentas activas en redes sociales se encuentran ahora mismo, mientras usted, querido lector, pasea sus ojos por estas líneas, recibiendo mensajes que van desde el consejo de que se vuelvan a su país hasta el negacionismo del hambre, la violencia política y la muerte reinante en la dictadura de Nicolás Maduro.
He conocido a mucha gente con pensamiento lateral, pero jamás había visto a tantos idiotas dando por sentado que un profesional universitario está dispuesto a irse con lo puesto, cruzar a pie toda Sudamérica y terminar limpiando mierda de porteños en un bar sólo para desestabilizar la revolución bolivariana.
Cuesta mantener la misma senda anímica cuando veo que tras varias semanas de demostraciones de memoria a cortísimo plazo –que no reacciona ni viendo una Cristina cabezona en la boleta– seguimos exigiéndole a Alberto definiciones, como si no las supiéramos, en lugar de pedirle otro tipo de precisiones:
¿Alguien sabe cuál será su lineamiento en políticas de seguridad? ¿Línea Berni o Arslanián?
¿Qué piensa hacer con los servicios de inteligencia?
¿Y en materia de Defensa? ¿Qué rol nos espera de las Fuerzas Armadas? ¿Qué piensa hacer con los vuelos low-cost que hizo que muchísima gente sin acceso a un pasaje de avión pudiera hacerlo por primera vez y no, precisamente, por turismo?
¿Tiene una mínima idea sobre qué se debe hacer en educación, salud o ciencia, más allá de mandarle saludos a Sandra Pitta ante las risotadas de los muchachos?
Vivimos preguntándole sobre la corrupción y la economía cuando ya sabemos qué piensa en ambos casos. Del resto de las cosas lo puedo llegar a intuir, pero como Alberto ha dicho que es un hombre que «ha dado numerosas pruebas de diálogo», estaría bueno saber cómo vienen esos diálogos en materia de Justicia. ¿Ya mandaron a Mempo Giardinelli a explicarle a los ministro de la Corte que se disuelve el Poder Judicial o le pidieron a Mempo que se vaya a escribir unos cuentos y deje el tema en manos de gente que sepa algo del tema? ¿Ya le avisaron a los militantes que la Gendarmería Nacional no se disuelve el 10 de diciembre, o piensan seguir con el delirio de que una fuerza de seguridad sometida a las garantías constitucionales del Estado de Derecho no es un grupo de tareas de la dictadura?
Todavía no trascendió ningún nombre y que Alberto haya sido Jefe de Gabinete no garantiza que conozca de todo. Puedo ser el jefe administrativo de un neurocirujano que, si llego a ofrecerles una cirugía cerebral, les pido que salgan huyendo.
A nadie importa. Por lo pronto, estamos más atentos en cuestionar una restricción con un límite de compra inalcanzable en un mundo en el que resulta que todos los países tienen restricciones. ¿Por qué no lo aplicaron antes si lo tienen todos? Y al candidatazo liberal que salió a correr por izquierda al gobierno por las limitaciones a la compra de 10 mil dólares ¿esto no entra en el esquema del amado modelo chileno a imitar?
Estamos viviendo tiempos en los que nada está resuelto, en los que la economía cada vez que parece terminar de implosionar, vuelve a dar un respiro. Momentos en los que el país se comporta como dos nenes peleándose por un karting sin frenos: uno ya no sabe qué hacer para no terminar hecho mierda y el que está afuera desea que el primero se lo ponga de sombrero con tal de sentarse él.
Y un poquito que duele. No es que ya no estemos curtidos –¿existirán otros países de verdad en los que los sub-40 podamos decir que ya tenemos el cuero curtido de crisis económicas?– pero no deja de ser el país en el que crecí. Los miedos que sentían mis viejos ahora los siento yo y me pregunto si vale la pena.
Si vale la pena convivir con quien te insulta aunque no hagas lo mismo. Si vale la pena respirar el mismo aire de los que te exterminarían si les garantizaran la impunidad. Si vale la pena seguir remando en dulce de leche cuando sólo se cuenta con dos escarbadientes.
Si merezco seguir intentando salir adelante rompiéndome el lomo con 32 trabajos, procurando la calidad, tratando de aprender siempre más, si al final del día da igual robar, trabajar, o el peor de los combos, robar el trabajo ajeno. Si vale la pena hacer bien las cosas para las que uno se prepara si cualquier improvisado puede llamarse periodista, historiador, economista, astronauta, abogado o especialista en todo.
Si vale la pena decir “otra vez a ponerse de pie”, como si la metáfora fuera de goma, como si en la literalidad se nos olvidara que de tanto levantarse, en algún momento algún menisco se hará trizas y ya no habrá otra oportunidad.
Si vale la pena un país en el que nadie hace lo que debe y todos dicen que la culpa es del otro. Si vale la pena un país en el que esa parte de la sociedad que se dice politizada se comporta como en la cancha, cantando consignas con fijación anal irresuelta contra los enemigos, haciendo el aguante a tipos que se llevarán los laureles mientras a la hinchada le toca volver a su rutina. Si vale la pena un país en el que miramos a Ezeiza con miedo, y no por la cárcel.
Si vale la pena un lugar habitado por personas que se llaman pueblo y sólo son individuos con tan poca pertenencia a nada que necesitan de la masa para ser.
Si una vez más vale la pena vivir en un lugar en el que mi estado de ánimo ya no depende de lo que le pasa a mi entorno, sino de la cotización de una moneda a la que no puedo acceder.
Si vale la pena vivir en un lugar en el que las hinchadas políticas celebran el fracaso y la angustia de los demás. Si como toda hinchada dependemos de un líder mesiánico, de un macho alfa que guíe nuestros destinos, de un Estado que resuelva nuestras vidas, no vaya a ser cosa que seamos responsables de algo.
Resulta grotesco el daño psicológico que genera vivir en la Argentina. Cualquier estadística sobre consumo de ansiolíticos puede probarlo. Un país donde no se puede planificar nada. Y ya no digo que no se puede planificar una vida, una década, un lustro, el año ni las vacaciones. No se puede planificar la salida del fin de semana. No se puede planificar la jornada de mañana.
Siempre me han tildado de electrocardiograma plano, de no sentir emociones por la presencia o ausencia de alguien, de ser ese que no llora en los velorios ni sonríe en los cumpleaños, de esos tipos a los que les resbala que un amigo lo cague: da la vuelta y si te he visto no me acuerdo nevermore in the puta life.
Y sin embargo estoy colgado del tender y ya me angustio de solo pensar que alguien más puede irse. Y que otra vez lo iremos a saludar, sufriendo por ellos y por nosotros, por ellos que no se bancaron quedarse, por nosotros que no nos bancamos irnos.
La pregunta vuelve a ser siempre la misma ¿irse es la solución? Psicológicamente, puede ser una buena opción. Conozco muchos que se tomaron el palo y la están pasando de maravillas. Bueno, con vidas normales que, en comparación con la oferta argentina, son vidas de maravillas. Vidas en la que los políticos no son protagonistas.
Irse sería la opción más razonable. Pero siempre fui un pelotudo.
Quedarse no es una opción de «este país siempre sale adelante», cuando con cada crisis terminal con continuidad populista sumamos 15 puntos humanos a la pobreza estructural.
Quedarse cuando podés irte es otra cosa. Quedarse de caprichoso, de testarudo, de molesto. Quedarse de no me rompan más las pelotas. Quedarse aunque sea sólo para joder. Quedarse para que ya no sea tan fácil robarse hasta los sobres de azúcar.
Quedarse de «esta también es mi casa y, si no te gusta, es tu problema, no el mío».
Si querés que te avise cuando hay un texto nuevo, dejá tu correo.
(Sí, se leen y se contestan since 2008)
62 respuestas
MARCELO , TU ARTÍCULO NO ES EXACTAMENTE UNA MUESTRA DE AMOR Y CONCORDIA , MAS BIEN DESTILA ODIO Y FRUSTRACIÓN ACOMPAÑADA POR UNA CATARATA DE INSULTOS Y AGRAVIOS PERSONALES QUE NO SON MAS QUE LA JUSTIFICACIÓN DE TUS FRUSTRACIONES DE LAS QUE NO PODES CULPAR A NADIE MAS QUE A VOS , PORQUE SOLO VOS SOS EL GESTOR DE TANTO ODIO Y VENENO QUE EMPONZOÑA TU VIDA ,
Y SI EL 28 GANA MACRI ?
Excelente Nicolás!!!
Que bueno que haya vuelto Marcelo.
Era lo unico legible de este blog.
Volvio Marcelo.
Falta que vuelva Hege y estamos todos.
Creo que la mayoría de gente con un gramo de cerebro lo piensa
Me fuí con 18 años en octubre 2001, apenas terminé el colegio porque ya entonces pensaba eñq era un pais inviable. Vivi 10 años afuera y volví porq extrañaba y esas cosas, pero tambien pensando q podia llegar a cambiar todo.
Viví 10 años mas en Argentina y en mayo de este año me volvi a ir, no por necesidad, sino por salud. Bo soportaba mas vivir con miedo a volver tarde, a q me caguen desde el quiosquero hta el/la presidente, miedo a no poder comentar nada porq se arma pelea… en fin, vivir el di a dia en bsas.
Desde q estoy en españa la verdad q vivo mas relajado, mas tranquilo. Y si, no es vivir en casa, pero me canse de quedarme en casa para bancar los trapos de el resto del mundo que se caga en lo civico mientras uno hace los deberes.
Hay Marcelo y después dicen que el odio es de los que no somos K. Relee tus palabras día tras día, hacételas leer fuerte, tal vez así sientas el odio y el resentimiento que trasmiten. Que hablas de sanar…. empieza por vos
Vale la pena, mientras pueda seguir leyendo tus editoriales, y, la de otros pocos. Gracias Nico.
Vale la pena mientras pueda seguir leyendo tus editoriales y de otros pocos. Gracias Nico.
Marcelo… Agachate y Conocelo! Sos un pobre tipo, a qué te dedicás con esa mente chiquitita? Sos maestro del secundario estatal del con urbano? Andá a tomarte un mate de precios cuidados con bizcochitos del Día%
Se nota que te da la cabeza sino no dirías la barrabasadas que dijiste. Que pobre tipo sos!
Hago mìas las palabras de Marcelo. Chapó. Y para quien haya sido el o la que escribiò la nota o como se le llame a su escrito, en Argentina cuentan todos o no cuenta ninguno y al que no le guste manta y carretera o que se la banque.
Hago mìas las palabras de Marcelo. Chapó. Y para quien haya sido el o la que escribiò la nota o como se le llame a su escrito, en Argentina cuentan todos o no cuenta ninguno y al que no le guste manta y carretera o que se la banque.
Recalculating…
Ay Marcelo…… no entendiste nada…….
Seguí viviendo en tu mundo de fruta encendida, la realidad te va a cachetear con dureza…..
Nico, yo me fui en el 2013 y volví en el 2016…. pensando en q los que se habían ido no volvían más y acà están…
Me acuerdo el domingo de las paso… cuando finalmente daban los resultados… lo primero que hice fue agarrar el celular y ver el precio de propiedades en el exterior..
Para los que no se animal a irse… los que tienen familia o amigos a los que quien ver asiduamente.. les recomiendo Montevideo.
2 horitas de barco… salís a las 17hs y a las 21 estas comiendo un asado en familia…
No es Disney…. pero alla nadie se mata por política… ni se discute en la calle o en un bar por política. No hay grieta… se vive más tranqui.. más relajado… prueben!
Siempre se puede volver….
Excelente, es tan sentido por muchos lo que escribiste!
» Es tu problema no el mío » me la
Nubló un poco. Porque Justo eso es lo que nos tiene sin pertenencia . Siempre antagónicos.( Lo demás como siempre hermoso. Terriblemente claro. )
¿Sos consciente de que falta Octubre?
Será posible que apareció Marcelo agachate y conoicelo. Una kukaracha inmunda. Lacra de este pobre país.
El señorito que militó un gobierno para el cual quienes no estábamos «con el cambio» éramos negros planeros, villeras con celular, chorros, vagos, cómplices del terrorismo internacional, bolivianos que veníamos a usarles SUS hospitales, o asesinos de un fiscal, ahora se compadece de los hijos de puta de Wiñazki y Lanata, que «no se pueden fumar un pucho»
Karma se llama. Hijos de puta que abrieron las puertas a un gobierno que no ve la hora de irse, dejando centenares de miles de nuevos desocupados, el 51% de los pibes en la pobreza, deuda a 100 años e igual al PBI, inflación récord del 60%, tarifazos a favor de los amigos, presos políticos, fuga récord, todo el plantel de gobierno con la guita afuera, ministra que felicita a un cana que asesina de una patada y presidente que felicita a un cana que asesina por la espalda, jubilados sin remedios y chicos sin vacunas
Y encima con el tupé de «exigirle» a un candidato que ganó unas paso, que le dé precisiones sobre cuál va a ser su política. Por qué no te vas a la concha de tu madre, forro. Vos y todos los chetitos que gozaban del «no vuelven más». Volvimos para sanar todo el odio y la mierda de ustedes, los Lanatas, los Leucos, los Andanazis, toda esta pesadilla de hijos de puta ensobrada por un gobierno de chetos que llegó al poder después de envenenar a la gente con odio vomitado desde TN.
Marcelo, Anda a cagar, pedazo de populista barato con ideología de cartón corrugado. Siempre pensando en el flan de tu ignorancia.
Tranqui Marcelo – guardate unos días mas la bronca porque «No Vuelven Mas» y espero que te pudras en tu relato resentido, clasista y obsoleto – prefiero la impericia antes que la kleptocracia institucionalizada la cual decis representar con tus palabras
La mitad del pais odia a la otra mitad. Ya que hablás de «odio» ¿No te suena a chiste que digas «Volvimos para sanar todo el odio y la mierda de ustedes, los Lanatas, los Leucos, los Andanazis, toda esta pesadilla de hijos de puta ensobrada por un gobierno de chetos que llegó al poder después de envenenar a la gente con odio vomitado desde TN.»?
Pena me da leer lo que escribís. Que poca memoria. De tus palabras saco la conclusión que Nicolás plantea.
Alto facho enojado, pibe.
Noto un resentimiento amargo en tus hediondos conceptos. Lo bueno de ello es que tu propio veneno terminara matandote. Que asi sea.
Brillante.
No vale la pena.
Christian (desde Australia hace 10 años)
Habemos muchos a quienes nos importa. Nos importa si te vas o te quedás. Nos importan los valores,, la convivencia democrática, la calidad institucional. Y que en la medida de nuestras posibilidades no escapamos de este enorme desafío que la vida nos vuelve a poner. En medio del dolor y el desconcierto tenemos que sostener lo que nos dignifica y poder pensar. Acaso la única solución que pueda tener nuestro país sea buscando la manera de superar la parte absurda de la grieta, aquella que nos separa de quienes a uno u otro lado, nos importa básicamente lo mismo.
Habemos muchos a quienes nos importa. Nos importa si te vas o te quedás. Nos importan los valores,, la convivencia democrática, la calidad institucional. Y que en la medida de nuestras posibilidades no escapamos de este enorme desafío que la vida nos vuelve a poner. En medio del dolor y el desconcierto tenemos que sostener lo que nos dignifica y poder pensar. Acaso la única solución que pueda tener nuestro país sea buscando la manera de superar la parte absurda de la grieta, aquella que nos separa de quienes a uno u otro lado, nos importa básicamente lo mismo.
Los que hemos vivido mucho, mucho tiempo, sabemos que los dogmas peronistas tomados del fascismo terminarán tarde o temprano en dictadura. AHORA O NUNCA???
Hola Nico. En mi humilde opinión, creo que la respuesta rapida sería, no vale la pena. Y la explicación/conclusión real a tu excelente texto esta en … «y los mismos miedos que tenían mis viejos, ahora los tengo yo… ( y eso es contundente a la hora de ver las idas, vueltas y venidas de estas décadas).
Ahí, en esa frase ya esta todo.
Y adhiero a esa frase al final… «quedarse, porque esta casa también es mía! (agregando múltiples insultos después de la palabra «mía»). ( y con esa frase sigo puteando bajito mi testarudez para con mi país, tomando el quinto café del día).
Excelente es poco, gracias por tus palabras, hacen un poco de pomada contra la inestabilidad inviable a la que nos acostumbramos. No hay nada bueno ni nuevo, cosechamos décadas de irresponsabilidad social, que podría venir después de la noche de los bastones largos y de la hipocresía y superficialidad generalizada. Quizá como decía Benedetti, decir «nosotros» sea el regreso a este desconcierto.
«Quizá mi única noción de patria, sea esta urgencia de decir. Nosotros, quizá mi única noción de patria, sea este regreso al propio desconcierto.»
Y al final, mi estimado, cualquiera sea la ecuación a resolver en nuestro país el resultado será siempre cero.
A nadie le importa si te quedás o emigras, salvo a tus afectos, porque estamos demasiado ocupados autodestruyéndonos como sociedad. Es abrir la puerta, agarrar la valija, decirle adiós a los presentes, y ver que nadie te presta atención por que están trenzados en una pelea constante por ver quien saca ventaja, quien manda o quien la tiene más larga.
Somos una sociedad fallida y, por ende, un país decadente al borde de lo inviable.
Excelente como siempre, Don Lucca. Saludos.
No te des por vencido, ten el teson del clavo enmohecido que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo, palabras que uso como pensamiento, ya que pase por esto, tantas y tantas veces, veo como sociedades, que fueron destruidas por la guerra, hoy tienen un pasar, sin los sobresaltos, que a diario vivimos y cuando me pregunto, por que ? leo a F. Iglesias (Es el peronismo, estupido) y si, instalo en los argentinos la idea que todo, te sera dado por el estado porque este es un pais rico. Y asi nos fue y nos seguira yendo.
Tristemente comparto cada una de tus palabras. Durante la crisis del 2001, nacía mi primer hija y no nos quisimos ir a vivir a Alemania donde le ofrecían trabajo a mi esposo . En el 2004, me ofrecieron trabajo a mí en El Cairo y desistí porque me enteraba de mi segundo embarazo. Nuevamente, primaba la idea, que mis hijas disfrutaran de una gran familia como la que nosotros seguramente disfrutamos en nuestra infancia. Cuando se cerraron las importaciones y luego llegó el cepo, mi esposo (especialista en domótica) no podía compara la tecnología o traerla al país. Le ofrecieron trabajar en Canadá, pero prefirió apostar en su empresa y seguir. Vivimos en Córdoba, trabajamos y mucho por suerte. Pero lamentablemente, el segundo día después de las PASO se paralizaron todas las obras. Y sí! hoy pensamos seriamente en irnos. Optamos por nuestro país en tres oportunidades. Ya no más, por nuestras hijas,
Muchas gracias por el post, es brillante (como siempre ) , yo me fui antes de la crisis del 2001 y pertenezco a los Sub-50 y nosotros estamos aún más quemados de la secuencia interminable de mala administración, crisis, ajuste y corrupción.
Después de comparar no ya con Dinamarca sino con Perú, Brasil o Colombia y ver que en Argentina se tropieza mil veces con la misma piedra y la desastroza clase dirigente no es capaz de llegar a un mínimo de consenso de gobernabilidad y reformas, es legítimo preguntarse si tiene sentido que Argentina siga existiendo como país.
Irse es una opción en tanto y en cuanto siga habiendo una masa crítica dispuesta a trabajar y a velar por el estado de deerecho, pero ojo, cuando se pasa el punto de inflexión y la mayoría pasa a ser una masa acrítica cliente del líder populista de turno, bueno… en ese caso irse es una medida de autopreservación.
He ahí el problema. El punto de inflexión. No creo que se necesite ni siquiera pasarlo. Cuanto más nos vamos acercando, más fácil es para la masa acrítitica y clientelar imponer su mayoría. La Venezuela tan temida está ahí, muy cerca. Porque aún no estando en las mismas condiciones que Venezuela, la masa acrítitica tiene la inercia suficiente como para llevarnos puestos a todos directo hacia allí.
Décadas de descuidos, de la nada misma, nos han llevado a esta situación.
La mayoría no hemos aprendido las mínimas normas de convivencia social o las responsabilidades que significan ser ciudadanos de un país. Y esto incluye a todos los sectores y capas sociales.
A veces leo que muchos tienen esperanzas en Vaca Muerta o el litio. Realmente creemos que una vaca muerta nos va a ayudar a salir de este pantano en vida?
Sólo un cambio de mentalidad social nos puede sacar de la decadencia. Pero nuestro cerebro tiene más del 35% de las neuronas seriamente dañadas, otro 25% comprometidas y un 40% que aparentemente está en mejores condiciones, pero no sabe que hacer con el otro 60%. Para que este cerebro cambie, hay que reentrenarlo. Y va a llevar mucho, mucho, mucho tiempo……..
Todavía no supimos resolver los desafíos del siglo pasado y se nos viene losnde este siglo!
Educación, educación, educación, educación….
cONCUERDO CON VOS GUSTAVO EN LA BRILLANTEZ DEL POST Y ENTIENDO Y COMPARTO TU POSICIÓN SUB 50 , PERO QUE ME DECÍS DE LA SUB 80 ? , SOLO NOS QUEDA EL EXILIO INTERIOR DE HEGEL O COMO DIJERA PLINIO , LA FELICIDAD ESTA EN UN BUEN JARDIN Y UNA BUENA BIBLIOTECA . ANTE EL EXILIO TARDÍO OPTO POR UN MIX DE AMBAS POSICIONES. MY VERY BEST WISHES
Mi hija se fue hace 2 años a Inglaterra, tengo un hijo en CABA y yo con 58 vivo a 300km de allá. Siempre la luché pero aconsejé a mis hijos que cuando puedan se vayan por calidad de vida.
Te hago la misma pregunta que cuando terminé de leer tu libro «Te odio…» ¿Cómo se puede seguir viviendo en éste país?
No pienso en otra cosa desde las PASO, y no tengo manera de irme. Y la verdad, no se si vale la pena quedarse. Debería, por mi familia, mis amigos… Pero se hace barranca arriba todo el tiempo, sobre todo cuando es tan evidente lo que esta gente significa hoy, tan empoderados de odios, con tantas mentiras mezquinas.
Tengo 45 años, debería consolarme que al menos no tengo hijos, pero la mayoría de la gente que más quiero, si tiene, y me causa gran espanto por ellos.
Ojalá se de vuelta, y aunque haya que volver a empezar, desde ya que va a valer la pena.
Bien Nicolás, como siempre.
Triste tu crónica. Pero coincido con tu final. Es nuestra casa, aquí nos quedamos, amuchados con nuestros afectos. Gracias Nico!
No puede volver a ganar el populismo!
Para mejorar la educación en nuestro país se necesita que este gobierno continúe, tomando nota de todo lo que tan bien expresas y encarar los cambios sin tanta consideración o miedo.
Pero vos no debes irte, gente como vos son los que ayudarán a cambiar nuestro sufrido país.
Abrazo grande
No. No vale la pena.
Hace 25 años me fui
EXCELENTE Nicolás !
”.
Excelente nota Nico! Soy de las que piensa irse. Tengo un hijo de 14 y no quiero este País para él. Gracias por tus duras pero ciertas palabras. PAULA de V Giardino Córdoba
Análisis realista pero lacerante. Alguna razón para no irse? Tal vez solidaridad con los que no podrían ir ni hasta la esquina, o alguna remota esperanza de que si nos quedamos los buenos alguna vez las cosas cambien. Gracias.
Brillante es poco.
Te felicito de corazon! Es lo que pienso y siento!
Gracias Nicolas!
Para mí, al menos, siempre das justo ahí, dónde está guardado lo que suele costar mirar y analizar. Gracias.
Yo me fui hace muchos años de mi pais, pero no por motivos politicos ni economicos. Mi tierra me duele Me duele que nunca salgamos adelante, me duele que nuestro futuro siempre es dentro de 2 horas y nada mas.
Gracias Nico , me hiciste llorar de impotencia! Gracias por quedarte, por ahora…
Vale que seas testarudo y decidas quedarte. Pero no creo qu realmente valga la pena. La vida es una sola y no se puede vivir para sufrir. Y con familia mucho menos. Me fui hace ya 7 años casi. Me duelen los amigos que quedan allá. Pero mi hija nació en España y desde ese momento pienso que salvo una hecatombe no vuelvo. No vale la pena. Ojalá en algún tiempo las cosas cambien y mi hija pueda conocer el país de sus padres. Hoy lo dudo mucho. Un abrazo Nico!!!
No, no vale la pena, Nicolás.
Quedarse aca es seguir alimentando gente horrible que vive de lo que vos y yo generamos «a pesar de» ellos.
Que no nos tomen de boludos.
Este pais ya es territorio arrasado. Hay que dejar que se lo coman los zombies. Todo laburante y persona de bien debería hacerlo. Nadie así se merece seguir padeciendo este pais y la runfla que lo habita.
Yo me quedé quizá porque mis padres vinieron de otro lugar corridos por la guerra y la inestabilidad política. Que te quedes vos y otras personas valientes y decentes hace la diferencia.
Tuve que dejar el artículo por la mitad y retomarlo después del laburo porque me largué a llorar. Yo soy de los que se fueron hace años y sí, los políticos no son protagonistas en mí vida y sí, tengo una vida ‘normal’ que en Argentina puede llamarse de maravilla. Pero la angustia está. Por los que se quedan. Por los que se quieren ir y no pueden. Por el afecto a un montón de gente que hace de este País el lugar al que algún día quisiera volver y tener una vida ‘normal’.
Brillante
Groso
Brillante, Nico.
Yo? Por las dudas tengo el pasaporte español. Y mis hijas también.
«Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy…» (María Elena Walsh)
[3/9 14:06] Maria Estes Ponce De Leon: Buem dia. Sr Canepa. Estoy escuchando que leen mensajes de oyentes y se me ocurrió dejar el mio. Estoy profundamente preocupada, no ya por la coyuntura (porque tengo 64 años y he vivido de crisis en crisis…) sino por lo que «veo» debajo del agua. Veo un pais realmente INVIABLE, no nos hemos organizado ni hemos plantado las bases para hacerlo. Acá no funciona ninguna teoria ni plan económico; no tenemos moneda, los impuestos nos AHOGAN, NO tenemos valores comunes, no hay justicia, no hay ley, no hay verdad. Acá los HECHOS han desaparecido detrás de los RELATOS. Cada uno cree LO QUE QUIERE sin atender a lo que es objetivo. No valoramos de la misma forma los hechos de la historia, no tenemos um basamento comun que nos haga sentirnos «hermanos» (ni siquiera parientes lejanos) con nuestros compatriotas. Y, para mi lo peor, es que LOS QUE QUEREMOS «HACER LAS COSAS BIEN» no podemos porque eso ya no se sabe qué es ni como se puede caminar hacia ello. Por todo esto es que digo: la derrota ha sido total, en lo social, en lo cultural, este pais no es nuestro…es «de ellos», de los violentos, de los corruptos, de los que no se preocupan por el bien común sino que busca los medios para que estemos cada vez peor.
[3/9 14:06] Maria Estes Ponce De Leon: Mi nombre es Maria Ester Ponce De león. Soy de Tucumán
Hola Nico. Te paso algo que escribí el otro día para un programa de radio continental …y no le dieron pelota… Buem dia. Sr Canepa. Estoy escuchando que leen mensajes de oyentes y se me ocurrió dejar el mio. Estoy profundamente preocupada, no ya por la coyuntura (porque tengo 64 años y he vivido de crisis en crisis…) sino por lo que «veo» debajo del agua. Veo un pais realmente INVIABLE, no nos hemos organizado ni hemos plantado las bases para hacerlo. Acá no funciona ninguna teoria ni plan económico; no tenemos moneda, los impuestos nos AHOGAN, NO tenemos valores comunes, no hay justicia, no hay ley, no hay verdad. Acá los HECHOS han desaparecido detrás de los RELATOS. Cada uno cree LO QUE QUIERE sin atender a lo que es objetivo. No valoramos de la misma forma los hechos de la historia, no tenemos um basamento comun que nos haga sentirnos «hermanos» (ni siquiera parientes lejanos) con nuestros compatriotas. Y, para mi lo peor, es que LOS QUE QUEREMOS «HACER LAS COSAS BIEN» no podemos porque eso ya no se sabe qué es ni como se puede caminar hacia ello. Por todo esto es que digo: la derrota ha sido total, en lo social, en lo cultural, este pais no es nuestro…es «de ellos», de los violentos, de los corruptos, de los que no se preocupan por el bien común sino que busca los medios para que estemos cada vez peor.
Cada vez que me planteo en si quedarme o irme, pienso que quedarme sería sólo para ayudar a sacar a éste país adelante. Y eso me lleva a pensar que no todos quieren que el país salga adelante, solo ellos mismos. Entonces me pregunto: ¿por qué seguir peleando sola?¿Por qué insistir con algo que, aparentemente, no tiene solución? Si todos son egoístas tomando decisiones en su favor, ¿por qué no puedo hacer lo mismo con mi vida? Maldita sea la hora en la que mis padres decidieron que mi religión fuera la católica al punto de ir a una escuela ídem. Porque ahí está la respuesta. Años de catequesis para que te quede grabado a fuego el «dar hasta que duela». Lo cierto es que yo ya no sé si quiero que siga doliendo.