Ahora que Berlusconi se sumó al listado de dirigentes políticos que se van por culpa de la crisis económica europea, hay quienes empiezan a mirar con cariño los consejos de nuestra mandataria. Si Il Cavaliere hubiera prestado atención a las formas de gobernar aplicadas por el kirchnerismo, quizá hoy estaría aún en funciones. La crisis económica no la habría solucionado ni ahí, pero un buen Guglielmo Bruno que dibujara los indicadores económicos a beneplácito del primer ministro italiano, le habría ahorrado más de un dolor de cabeza.
El que la tuvo clara a la hora de copiar a nuestros gobernantes, fue el griego Papandreu, que se reunió con Sarkozy, le prometió cumplir con un pacto financiero y se hizo el otario en menos de tres días. La técnica de endulzar al presidente francés y dejarlo de garpe funcionó por estos lares, pero podía fallar. Y falló. Hoy Papandreu se encuentra rascándose la pelada mientras la gente en la calle no sabe si festejar o prender fuego todo.
Mientras Cristina les pedía a los colegas del G-20 que cambien de técnica con los griegos y les den de la medicina argentina, los oyentes se preguntaban si en la Rosada hay, al menos, conexión a internet. En Grecia, un personal de maestranza de ferrocarril -un barrendero de andenes, por poner un ejemplo- percibe un salario superior que el de la media laboral de puestos administrativos de cualquier otra empresa privada. Allí, el dinero destinado a financiar el comodísimo sistema jubilatorio es abismal y los requisitos para dejar de trabajar, mínimos. En los últimos años, han creado numerosas empresas estatales, todas deficitarias, y el porcentaje de dinero público destinado para mantener empleados estatales es uno de los más altos del continente. Ante este panorama, más de uno habrá supuesto que darle a la economía griega una dosis de cristinismo intravenoso, habría generado una muerte por sobredosis.
En el caso italiano -la tercera deuda pública más alta del mundo en proporción al PBI- los consejos de Cristina tampoco habrían hecho mucho, dado que la economía italiana no se movió, precisamente, dentro de los parámetros del anarcocapitalismo al que nuestra Presi acusa. Decir que un país que interviene las ventas al descubierto, que regula los mercados, que coloca bonos de deuda y que es la tercera potencia económica de Europa, debería adoptar un capitalismo en serio, es no entender un pomo.
En nuestra tierra prometida hecha realidad, gozamos de restricciones a las compras de dólares, intervención en las mediciones de costo de vida, parámetros salariales dispuestos por el gobierno, e impuestos de ricos a sueldos de clase media. Asimismo, no contamos con la posibilidad de comprar legalmente lo que nos gusta comprar y se fabrica en el extranjero, el concepto gubernamental de crédito es para el consumo y las grandes empresas, aunque no alcance para los hipotecarios, y los sectores productivos deben pedir permiso para exportar, importar o aumentar precios. Ante todo este panorama, se produjo un ínfimo ajuste consistente en la reducción del 1% de los subsidios. Más allá de anoticiarnos de que estábamos subsidiando a las empresas mineras -y gracias al paquete de medidas, también nos enteramos que ni siquiera liquidaban divisas en el país- a los casinos de don Cristóbal y a otras empresas que, según el gobierno, no los necesitaban, pero que de todos modos los percibían, el ajuste no merece llamárselo así, dado que es inferior al dinero destinado a Futbol para Todos. Lo que se dice un auténtico y vernáculo capitalismo en serio.
No está mal ser admirador o detractor del sistema capitalista. Pero dar cátedra sobre lo que les pasa a los demás poniendo como ejemplo lo que ni siquiera estamos remotamente por hacer, es un poco mucho. Digo, de pronto, mmmme parece.
Breves:
Subte. En el Gobierno de la Ciudad están preocupados por la custodia de los andenes de los subtes, ante el inminente traspaso del sistema ferroviario subterráneo al ámbito administrativo porteño. Si utilizaran el servicio de vez en cuando, ya se habrían dado cuenta que para igualar la actual seguridad, alcanza con cinco maniquíes pintados de azul.
El Gran Capitán. El sueño del tren que une Buenos Aires con Posadas nuevamente demostró ser un fiasco. El Gran Capitán quedó varado una vez más en Corrientes. Desde el gremio La Fraternidad, dicen que la empresa que lo administra no cumple con normativas mínimas de un servicio decente, como el suministro de agua potable, el mantenimiento del sistema de frenados, o los seguros y servicios de asistencia ante emergencias. Desde la firma TEA -administradora del servicio- acusan al gremio de ser fatalistas, exagerados e incoherentes. Voceros de la empresa afirman que «a la velocidad que se desplaza el tren, no tiene sentido arreglar los frenos.»
Yaciretá. Denuncian que la represa no puede funcionar a pleno, debido a diversas fallas de la maquinaria provista por la empresa Siemens. Asimismo, el director de la obra hidroeléctrica sostuvo que cuando se prenden todas las turbinas a máxima potencia, la represa vibra. Curiosamente, en marzo del año pasado se habría denunciado que la obra tiene profundas fallas de infraestructura y que podría romperse. Ante la posibilidad de quedarnos sin luz o tapados por agua, desde el Gobierno estudian si nos conviene el plan Medioevo Para Todos o el plan Venecia Para Todos. Si bien el primero perfila como el más razonable, el segundo solucionaría diversos problemas de abastecimiento, dadas las posibilidades de poder pescar un buen surubí o dorado desde un balcón en Yrigoyen y Castro Barros.
Marcha atrás. Cuando en 2010 le quitaron el control de las rutas aeronavegables a la Fuerza Aérea y lo pusieron en manos civiles, muchos hicieron saber su beneplácito por la medida. En septiembre de este año, Página/12 -de quienes me encanta encontrar archivos que después utilizan otros medios para hacerse los memoriosos- mostró las bondades de la medida en
éste artículo. Cristina, en un acto difícil de considerar democrático, dispuso que la Fuerza Aérea vuelva a hacerse cargo de los controles aéreos en Ezeiza, mientras en el ministerio de Trabajo evalúan quitar la personería gremial a un sindicato por ir a una huelga calificada de extorsiva por el Gobierno Nac&Pop. Lo que es escupir pa´rriba…
Lunes. Permuto poder adquisitivo de crisis europea a cambio del de la bonanza kirchnerista. Pago la diferencia.