Demasiado

Estación de Ferrocarriles de Constitución entrando la noche. Mientras voy caminando dirigiéndome a la escalera para tomar el subte hacia el centro, me encuentro a un grupo de pibes entregando una especie de pasquín gratuito al que todos confundían con la edición vespertina de La Razón. Generalmente le paso de largo, pero al ver la tapa no pude evitarlo y me lo llevé conmigo.

La cola de la boletería era eterna, como para no romper con la costumbre de ver partir una tras otra las formaciones de los subtes mientras uno espera para sacar el pasaje. Esperando me puse a leer la tapa del pasquín con detenimiento. Abajo del título que se ve en la foto, figura una frase que reza Este medio saldrá cuando la gente lo necesite. Paso las páginas y los titulares hablaban de la fuerte caída de las acciones de Clarín, mostrando un gráfico explicativo en el que el piso se había tocado en septiembre de 2008 y no ahora. La consultora no debe haber cobrado aún, ya que no figura nombre alguno. Al igual que en ninguna de las notas que llenan las ocho páginas.

Y así se sucedían los informes, en los que se acusaba a Clarín de extorsionar a la Mesa de Enlace para ir al paro contra el Gobierno y de extorsionar a la Iglesia Católica, dictándole a los Obispos los comunicados en contra del Gobierno. También dicen que la Biblia refiere que la Iglesia deber apoyar a los Gobernantes, aunque no refiere en qué parte. Debe ser en el Evangelio según San Néstor. Finaliza el palo a la Iglesia manifestando que sólo se dedica a recaudar y que por eso los fieles se van con los Evangelistas.

Lo daba vueltas, buscaba algún editorial, el dato de una imprenta, algo. No aparecía nada. La textura del papel me llamó la atención. Era papel afiche. Si alguna duda me quedaba de la procedencia, la contratapa me las quitó todas. La pasión del futbol. No podía creer lo que tenía en mis manos y mientras puteaba en veinticinco idiomas, siete dialectos y tres lenguas muertas, me toca el turno para sacar el pasaje. Tres chicos de unos cinco años, con el guardapolvos puesto pidiendo monedas al lado de las ventanillas.

Habiendo visto esa escena y con el pasquín en la mano sólo pude pensar en cuánta plata de la nuestra se gastó en esta jugada y qué lugar de mierda eligieron para ostentar el poder del dinero fácil. En la superficie, la lluvia era más copiosa dentro de la estación que afuera, gracias a los vidrios destrozados y a los trenes en estado calamitoso no han variado en nada desde que le quitaron la concesión a Trenes Metropolitanos. Debajo, los chicos a la deriva.

No me importa si los padres no se cuidan y tienen 15 chicos, esas criaturas no tienen la culpa de lo que les tocó. Ellos no entienden de roscas políticas, de peleas entre monopolios privados y el Estado. No saben quién es Magneto ni Herrera de Noble. No tienen idea alguna de qué trata la Ley de Medios ni mucho menos cuántas cosas se podrían hacer con el dinero que se gasta en la televisación de futbol.

Tanto daño no puede salir tan barato.

Lo único que me importa es que mientras nuestra Presidente se la pasa hablando de las realidades del país profundo en contraste con la riqueza de la Capital Federal, en esta misma ciudad también se necesita de esa distribución de la riqueza. No se le puede faltar el respeto así a la gente. Humillarlos, refregarles en sus caras que mientras hablan de un país pujante, lo único que los mueve es la utilización de la mas barata demagogia para la venganza.

Miércoles. Argentina, aquel sueño de San Martín que los Gobiernos han transformado en pesadilla.

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