Si tuviéramos que definir a qué llamamos kirchnerismo, la definición sería eterna. Si tuviera algo de contenido, podríamos hablar de doctrina, pero no son otra cosa que una asociación de intereses para permanecer en el poder, sin importarle siquiera la conservación del poder en sí. Tan sólo les interesa las garantías de cubrir sus negocios, generando para ello un aparato de violencia verbal y emocional, la cual consiste en la destrucción de la historia colectiva de cada cada grupo que ha gravitado en la política y militancia de los últimos 60 años e individualmente a cada personaje histórico del propio movimiento que les dio cobijo, pero no así nacer.
Sabedores de que el dinero sirve al principio, pero la inconsistencia ideológica y la costumbre de aniquilar cualquier lazo con aquellos para quienes la guita no lo es todo, los ha llevado a que de a poco se quedaran aislados de aquellos históricos, por lo cual se dedicaron a captar a grupos ideológicos de distinta índole. Radicales que añoraban jugar en primera, partidarios de izquierda que nunca jugaron y algún que otro impresentable.
De entrada quisieron colocarse en un lugar que nunca ocuparon. Escuchar a Néstor en la entrevista que Leuco le hizo hace más de una década contando orgulloso la cantidad de veces que estuvo en cana durante la Dictadura, se encuentra a igual altura que mentir en las referencias del curriculum: Si tu jefe se murió, esta preso, no trabaja más, la empresa quebró o desapareció, podés mentir abiertamente. Pero si alguien se encuentra con algun compañero tuyo de ese momento, cagaste.
A las críticas sobre meros accionares de gestión, ellos han respondido con críticas ideológicas, cuando no han desprestigiado la historia familiar o personal de quien osaran hablar. A quienes los hicieron quienes son, los han destruído. A los militares que los enriquecieron, los metieron en cana; al Presidente que llamaron el Mejor de la Historia desde Juan Perón, lo han forreado al extremo y al tipo que los saco del anonimato absoluto y los colocó en el poder en tan sólo dos meses, lo han tratado de enano fascista.
También consiguieron cosas impensadas, metieron dentro del movimiento en el que se ampararon para remarla después del primer mandato a personas pertenecientes a un abanico que va desde detractores hasta enemigos declarados del Partido. En consecuencia, los históricos del movimiento se fueron de la fiesta y dejaron que los monitos hagan lo que mejor les sale: bailar por dos maníes. El resultado de este proceso, es más que intereasnte: Los históricos aliados y miembros, son llamados gorilas por los históricos detractores y enemigos del movimiento.
(Nota: Si le agarrá dolor de cabeza intentando comprender esta idea, se lo resumo: Hace 60 años, el Comunismo se enfilaba con el embajador de Estados Unidos para borrar a Perón. Hace 35 años, el Comunismo era Videlista. Hoy en día, Diana Conti defiende el modelo stalinista, su marido -histórico comunista- está hasta las pelotas con la causa de los medicamentos, aunque nadie diga un choto. Si le sumamos al cuadro a un banquero marxista como candidato en Capital, el dibujito está completo. O sea, son gorilas depilados.)
Para ellos, la única verdad es la realidad. Sólo que la realidad, en su concepción, es lo que puedan dibujar. No es irritante, es triste, ya que se creen lo que inventan y lo defienden a destajo, sin pudores ni escuchando al otro. Jamás escucharon al otro. Creen que los votantes son Pueblo y Dios: Están en el poder por voluntad divina y al pueblo no se le da pelota, dándole al pueblo lo que el pueblo pide. Bajo esta realidad, es lógico que sientan que el pueblo es desagradecido.
El pragmatismo lo entendieron como caja directa. Sin planificación alguna, todo lo que se les ocurrió, lo transformaron en primera necesidad y para ello destinaron toda la guita posible, retornos del 30 incluídos. Si el presupuesto no alcanza, se lo hace rendir de todos modos sacando guita de donde haya sin pensar en el futuro. No importa, mañana se verá, de algún culo saldrá sangre.
Pero como todo lo que sube como un globo con gas, en algún momento se acaba y cae, no se mantiene. Y lo saben. Para graficarlo: En las legislativas del 2005, el rival a vencer era Duhalde, y no importaba nada más. Cinco años después están atentos a las internas del Radicalismo para ver si se presenta Cobos o Alfonsín. En 2007 se ponían nerviosos por llenar una plaza, hoy con 180 mil fans en Facebook para 6,7,8, la van remando.
Que se le va a hacer. El que nace para pito, nunca llega a corneta.
Viernes. Postkirchnerismo.