Dieciséis

Desde hace unas semanas se habla de modificar de nuevo la ley electoral para bajar la edad mínima para empezar a cagarla cívicamente con un sufragio un par de veces cada dos años. Supuse que la oposición alteraría sus nervios  -para luego entregar el voto por «deber patriótico»- ante la iniciativa oficialista de bajar la edad, máxime sabiendo que con esto buscan ampliar el campo electoral. Sorpresa: salvo contadas excepciones, la mayoría manifestó su beneplácito ante la iniciativa del gobierno nacional.
Lo entiendo más como una estrategia de puro marketing, que como una adaptación a los tiempos que corren. En el primero de los casos, es sencillo: la cagaron con el grueso de los votantes mayores de edad, entonces se busca un nuevo nicho comercial, como quien pierde a los clientes de una determinada franja de consumo y cambia su destinatario para disminuir las pérdidas. La segunda opción -la adaptación- merece un mayor análisis. Si tuviéramos que adaptarnos a los tiempos que corren, con el nivel de paja mental, la poca predisposición para el laburo y para asumir responsabilidades mínimas como las consecuencias de no colocarse un forro antes de ponerla con la primera fértil dispuesta, la edad mínima para votar tendría que estar en el orden de los treinta años, y siendo generosos.
La diputada Adriana Puiggrós -otro engendro que nos heredó la Alianza- sostiene en su proyecto que la edad mínima fijada en los dieciocho años es un anacronismo que no se condice con las nuevas concepciones de la democracia, las cuales ella interpreta como un mero factor cuantitativo. Más gente, mejor democracia. Asimismo, sostiene que el gobierno de Cristina se caracterizó por la ampliación de derechos, tales como los del matrimonio igualitario, que es necesario dar el salto de la democracia política a la democracia social, que durante el velorio del exvivo expresidente desfilaron muchos jóvenes, que los púberes de hoy en día tienen cada vez más responsabilidades y que, en otros países, la edad mínima para votar es de dieciséis años, como en Cuba. Sí, como ejemplo electoral, la muy turra citó a Cuba. 
Aunque después de ver lo lindo que funciona el Servicio Penitenciario ya ni me planteo eso de que si a los dieciséis tienen responsabilidad para votar, también deberían ser juzgados como adultos, de lo manifestado por la exfuncionaria de De La Rúa puedo desprender que da lo mismo una minoría por una condición no sujeta al paso del tiempo -la elección sexual- que una tan efímera que deja de serlo en tan sólo 730 días, cuando un borrego que hoy tiene dieciséis cumpla dieciocho añitos. No es lo mismo velar por los derechos de una minoría que convertir en minoría a alguien que sólo esta limitado en su capacidad por una cuestión de edad. En este camino, resulta que todos fuimos víctimas de una silenciosa represión que nos calló en los últimos dos años de nuestra adolescencia y, al mismo tiempo, nos notifican que en los últimos años de la secundaria, éramos unos boludos que no teníamos ningún tipo de derecho cívico porque todavía no había llegado la generación del siglo XXI.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención es eso de pasar de una democracia política a una democracia social. Y todo con un acto tan económico como modificar la edad en un artículo de la misma ley electoral que seguirá vigente en su totalidad. Es decir que el gobierno finalmente encontró cuál era el escollo que impedía que este modelo de redistribución de la inflación se convirtiera en una democracia social: radicaba sencillamente en que los purretes no podían votar. El mecanismo electoral seguirá siendo la misma bosta, dado que las necesidades de adaptarse a la modernidad para no caer en el anacronismo electoral, no alcanzan a los modernos sistemas de sufragio. Pero eso sí, con la democracia social garantizada y en manos de jóvenes cuya máxima expresión política revolucionaria del último año, fue la toma de un colegio para exigir el control del expendio de pebetes en el Carlos Pellegrini.
A mi entender, el planteo de las condiciones para votar determinadas por la edad es insuficiente. Yo no expongo un límite de edad, sino un límite de voluntad y discernimiento. No hablo de voto calificado, sino de voto instruido. Es una propuesta, no más. Casi una utopía, una fantasía para plantear. No aspiro a una conducción aristocrática, ni al poder elector de los mejores. Sólo pido condiciones mínimas que tengan que ver más con la importancia del acto cívico, y no meras circunstancias biológicas más propias de un concurso o promoción de cigarrillos que de una responsabilidad cívica.
Hoy confundimos las cosas y pensamos que la crítica de la tapa del diario en el kiosco de la esquina es síntoma de sociedad politizada y que un montón de pibes pintando consignas en colegios bajo el concepto de «actividad solidaria», es sinónimo de mayor participación política. Sin embargo, lo que nadie puede explicar es por qué en cada elección que pasa, el porcentaje de ausentismo es mayor que en la anterior. Es complicado analizar las causas para votar por uno u otro candidato, pero es muy fácil analizar un ausentismo superior al 25%: falta de interés. 
Más allá de esto, hay determinados factores que deberían tenerse en cuenta. Si en Buenos Aires no va a la escuela el 11% de los chicos que deberían estar en los primeros tres años del colegio -de 13 a 15 años-, mientras que en Misiones, Corrientes y Santiago del Estero la cifra traspasa la barrera del 40%, y si esta cifra la proyecto en el tiempo, debo suponer -y doy por sentado- que es difícil dimensionar la cantidad de ciudadanos que no tienen la más pálida idea de los alcances de una elección, dado que nadie se los enseñó. A este grupete, deberíamos sumarles a todos los que terminaron sus estudios, pero de política y sistemas de gobierno entienden menos que de antimateria y teorías de la elasticidad. No es que lo hagan de burros, es que no les interesa y están en su derecho de dejar en algún recóndito rincón de la memoria todo lo aprendido en Educación Cívica o Estudio de la Realidad Social Argentina -ERSA, el que se quiera acordar, que se acuerde- y que sus vidas transcurran sin sobresaltos depresivos.
Por eso me gusta la idea de que el voto no sea obligatorio. Y más me gusta porque para acreditar la intención de votar habría que registrarse voluntariamente, y es aquí donde planteo mi utopía: que para poder acreditarse, primero haya que responder una serie de preguntas básicas de ciudadanía que tiendan a determinar si ese sujeto que manifiesta sus intenciones de votar, tiene alguna idea de lo qué quiere hacer. No pido hilar muy fino, tan sólo que sepan cuáles son sus derechos, obligaciones y garantías -y entiendan que derechos y obligaciones tienen el mismo rango de importancia-, que sepan la diferencia entre Estado y Gobierno y que tengan medianamente en claro cuáles son las obligaciones de nuestros funcionarios. Podría funcionar. Quizás, en un par de elecciones ya tendríamos una sociedad más interesada en instruirse y no tendríamo
s que explicar a cada energúmeno que nos plantee idioteces que no debemos rendir pleitesía a nadie por vivir medianamente bien, que ningún gobernante tiene derecho a decir cómo debemos gastar nuestro dinero bien habido, que no debemos sentir culpa ni pedir disculpas a nuestros asaltantes por vivir una vida de clase media, y que la libertad no es una dádiva del gobierno que debemos agradecer, sino que éste debe velar por garantizarla a cada hombre y mujer que desee habitar este suelo. 
Hasta tanto, que voten adolescentes seguirá siendo menos interesante que las elecciones en sí. 
Lunes. Otro día la encaramos con Rousseau, el contrato social, la voluntad general y eso de que «el pueblo nunca se equivoca», último grito de la moda en la Europa de la primera mitad del siglo XX.

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(Sí, se leen y se contestan since 2008)

241 respuestas

  1. Perfecto Vigía.

    Ahora bien, releyendo el derrotero de comentarios, me he encontrado con esta pieza, de su autoría:

    «si a los 7 se tiene conciencia del bien y del mal, tranquilamente se podría bajar la edad hasta ahí. Después de todo, también se rigen sus destinos.»

    ¿Estoy entendiendo mal o, a modo de conclusión de todo lo que dijo, se podría inferir que para Ud. una persona de 7 años debería tener habilitada la posibilidad de ser senador o presidente de la república?

    Si va a responder, le pido, encarecidamente,que tenga a bien evitar las humoradas del tipo «si Cristina es presidenta…» etc… El viejo truquito de salir de la encerrona con una chocarrería de dudosa efectividad es anzuelo que con este pez no sirve.
    No digo que Ud. vaya a hacerlo, pero se lo aviso por las dudas, para ahorrar caracteres.

  2. Si rezuma, que resuma.
    Estoy en un todo de acuerdo con usted, Signore Calvino: si puedo votar a los 28, quiero poder ser elegido presidente o senador a los 28.
    Si la Ley está mal en cuanto a la edad de votación, corrijámosla también en lo mal que está con respecto a la electividad.

  3. Ah…y cualquier tipo que no sea muy nabo, se hace un daikiri utilizando la licuadora de Alicia y lo vota a Rolando Schiavi, o a quien se le cante. No sé a cuento de qué viene la licuadora de Alicia.

  4. Menos mal que dije «no tomar la parte por el todo»

    Y el 4 de copas se agarra de una mezcla de mito popular, avivada de barrio y anécdota. Que en todo caso serviría para definir hacia uno u otro sentido, los comicios para elegir el jefe comunal de Cristiano Muerto. No mas que eso.

  5. El ignorante rosarino resucitado nunca oyó hablar del voto cadena ni se enteró de las boletas marcadas con tal o cual pliegue o dibujo como comprobante del voto en los distritos donde se conocen todos. Son inventos de la corpo. Las licuadoras que regala Alicia, también.

    Ah, cierto, es un comunista con OSDE.
    Peras al olmo.

  6. Y? – para desasnarte: el grupo New San (cabeza a cabeza con Bright Star en el primer puesto de producción de electrónicos) debió comprar una pesquera para exportar merluza y así poder entrar sus insumos al país. Esa es la competitiva industria local, exportan pescados porque los electrónicos no se los pueden vender a nadie allende las fronteras. Decime en qué lugar del mundo un operario recién ingresado y cuya única función por 8 horas de laburo es poner cuatro tornillos en un gabinete cobra arriba de 2.000 blues en el bolsillo y sin contar extras. Ah, por si fuera poco, trabajan once meses y cobran trece.
    Recontra competitiva, la industria local; en dos años más nos comemos crudos a los chinos.
    Posta.

  7. «Si puedo votar a los 16, quiero poder ser elegido a los 16.»

    Esta frase rezuma un desconocimiento completo de nuestras leyes. De hecho, con el mismo criterio, una persona de 28 años bien podría decir:

    «Si puedo votar a los 28 (29, 26, etc), quiero poder ser elegido presidente o senador a los 28»

    Un poco de seriedad a la hora de argumentar, creo que no es demasiado pedir.

  8. Che alguien se acuerda como era el voto antes de S. Peña?

    Peones arriados a votar por el capanga, revoleo de bufosos, amenazas explícitas. Tipos que tenían simpatías evidentes encerrados hasta el fin del comicio por el comisario del pueblo…

    Y no me vengan conque ahora a algunos los meten en la caja de una picup y los llevan a votar. No sean tan necios de tomar la parte por el todo.

    De última hasta el último lumpen, amenazado y llevado de las narices por el poronga del barrio, adentro del cuartito mete la boleta que quiere.

    saludos

    Gracias Hypasia

  9. Estimado Olegario:
    Hace una década fui a una conferencia (en el Hotel Plaza ¿puede creerlo?), donde se expusieron distintos sistemas electorales.
    Ejemplos: en Alemania la mitad de los diputados se votan por distrito uninominal y la otra mitad por lista, para permitir las minorías por D’Hont.
    En Inglaterra son uninominales. Las abiertas en EEUU hay de todos los tipos. En algunos estados sólo votan los afiliados. En otros pueden votar todos los que están en el padrón general. En otros pueden votar todos, estén afiliados o no, pero deben inscribirse en un padrón. Hay un solo estado que tiene un sistema diferente, distinto a los otros tres. En conclusión, el disertante, dijo que no hay sistema perfecto, que hay que buscarle siempre la vuelta. Lo que sí sostenía es buscar la manera que lo que la gente vote sea lo que se cuente al final del día. Creo que hoy eso es un problema, que en Europa Occ. lo tienen bastante resuelto, no así en EEUU (recuerde el recuento de votos en Florida en el primer turno de Bush).
    Igual, insisto. El principal problema nuestro no es la elección, sino la pre-selección. Entre quienes debemos elegir concejales, diputados, etc. ¿Ud. cree que un personaje como Posse puede ser intendente de algo? Y lo reeligen.
    ¿Cómo fue la interna para que Boudou fuera vicepresidente?
    La lista continúa.
    H.

  10. Hyspasia, creo que al final vamos a terminar encontrando varias coincidencias. Los distritos uninominales al permitir abiertamente la interacción entre el candidato y los electores afianzan el vínculo democrático que a mi entender es seriamente lesionado por ese mamarracho que es la lista sábana, que otorga la potestad de la representación electoral al caudillo partidario quitándosela al ciudadano, lo que es contrario al espíritu de la democracia y al mandato constitucional mismo. Como decía en mi anterior comentario, tal vez el agregado del sistema de preferencias al estilo australiano (donde se vota simultáneamente al candidato que se prefiere como primera, segunda, tercera opción)haría que mejore la calidad de la representación.

    La inestabilidad del sistema al que se refiere se debe a causas varias. Pero sin dudas, la falta de representación política genuina es una de las de mayor peso. Por ejemplo, con la reciente confiscación de YPF, según las encuestas de opinión más serias, el apoyo ciudadano fue del 50%, sin embargo en el trámite parlamentario lo fue por el 99% de la clase política. O sea, hay una mitad de la población (al menos en ese tema) que no tiene una expresión política que la represente. La partidocracia cerrada y aislada que hemos desarrollado se ha mostrado muy ineficiente en ese sentido y eso claramante debilita la acción de todo gobierno.

    Para terminar, el «voto calificado» -tema con el que iniciamos este intercambio- puede ser restrictivo para algunas personas en los tiempos que corren. No obstante, si se aplicaran en profundidad las políticas sarmientinas, en poco tiempo sería una simple limitación teórica. Y muchos habitantes pasarían a ser ciudadanos, que en realidad es lo que debería importar. Ese cambio constituiría una hazaña épica de progresismo. De progresistas verdaderos. Como Sarmiento.

  11. Jorge L.:
    Como era de esperarse y en sintonía con sus intervenciones anteriores, corona (espero, por el bien de su ego… aunque si es por mí, siga nomás, me divierte mucho ver como se hunde solito)su diatriba con un sentido del humor tan precario como predecible.

    Lo interesante de todo esto es que no lo revolqué por el piso por méritos propios, sino más bien por deficiencias suyas.

    Si se fija bien (hoy no, insisto, su castigado ego difícilmente le permita dar cuenta del papelonazo que está protagonizando) comprobará que casi todo lo que criticó de mí, desde el primer comentario hasta el último, lo hizo Ud. Por eso pude (y puedo)pasearlo a gusto.
    Lástima (para Ud.) que su ego le impida aprender la lección, hablando de «jactanciosos» y «sabiondos».

  12. Ah no, estás enfermo. «Golpiza», «paliza», «destrozarlo», «arquero lesionado», «flanco herido» … jajaja. ¿No serás Rogelio Funes Moris vos? Por cada gol 8 van a la tribuna

  13. Jorge L.:
    ¿Por qué da por sentado que algo me hirió?
    ¿Acaso se trata de otro argumento ad hoc ante la paliza que le propiné?
    Ud. sabrá. Eso sí, no se confunda: su comentario no sólo no me hirió sino que ha sido bienvenido por demás.
    ¿Cómo me va a herir un comentario que me la deja servida en bandeja, picando en el área, y con el arquero lesionado?
    No sé si se dio cuenta, pero, prácticamente no agregué nada para destrozarlo: casi con exclusividad, me limité a utilizar sus propios ataques en su contra, y vaya que tuve éxito.
    Se que su maltrecho ego se lo impedirá ahora, pero en un futuro, relea este intercambio: se dará cuenta que prácticamente no le quedó un solo flanco sano, herido con armas que Ud. mismo se encargó de proporcionarme limitándome yo simplemente a reconfigurarlas en su contra.

    Me despido, reiterando la advertencia que no pudo (o no quiso, o vaya uno a saber) comprender: para escupir al cielo y salir limpio del asunto hay que tener mucho, mucho, pero mucho resto.
    Espero que, al menos por repetición, haya aprendido la lección del día.

  14. coincido como marcelo «Los milicos fueron el instrumento de los liberales alla Martínez de Hoz (o mejor dicho al sector que tipejos como él representaba) y no al revés».

  15. No es pujante ni competitivo todavía, creo exporta algo así como año USD 400 millones FOB, los MOI representan de eso el 20% aprox.

    PD:No se olviden de Axel Kuschevatzky, contemporáneo.

  16. Punto para usted, Amigacho. Ya sabemos que tiene la capacidad de asociar a Krusty con Krustovski.

    De Parker es inevitable la cita sobre el poder y la responsabilidad. Haría mucha falta reflexionar sobre ello aquí en nuestra Argentina.

    A Ben 10 no he tenido la suerte de verlo tanto como para recordar al dedillo alguna cita memorable, que seguro las tiene.

    En cuando al profesor Tolkien, su obra es tan enorme que resulta muy difícil abarcarla en unas pocas citas de sabiduría universal.

    Pero sigue sin saber qué citaré cuando valga la pena.

  17. Cuando El Vigía quiere parecer importante de verdad , cita a Hershel Krustovski. Cuando quiere ser importante -pero menos- cita al Señor de los Anillos, al Hombre Araña o a Ben 10.

  18. Sí, corazón. Lo cito para parecer importante sólo por el hecho de haberlo leído, como casi todo lo que se cita por acá. Aunque cuando quiero parecer realmente importante cito a Krusty el Payaso. Y si de verdad quiero parecer muy importante cito a… Mmmno. Eso me lo guardo para cuando valga la pena.

    Y gracias por citarme. El Vigía es a quien hay que citar para SER importante. 😉

  19. «Paradigma, asertivo, ¿no son palabras que usa la gente tonta para parecer importante?»
    -Hershel Krustovski

    Jorge L.: Me has hecho acordar al libro de Italo Calvino, Las Cosmicómicas. Por el título, se entiende, que no por el contenido (del objeto en nuestro caso).

  20. Argento, Jorge, es paja intelectual, nada mas, porque de la otra le da asco, puto, lumpen, «musico», fracasado y cobarde.

    Un pelotudo fruto de la UBA con sobredosis de lectura mal digerida y un superyo deprimido, eso si atrás del teclado.

    Todavia lo estoy esperando para que me pegue en Uriburu y Las Heras desde hace dos años.

  21. Argentino del Medio: «No les respondas a los KK chhoripaneros cobraplanes bla bla bla»

    a reglón seguido:

    «los choripaneros KK bla bla bla le huyen al debate»

    Argentino del medio (menso)

  22. Jorge L: por favor no le de mas bola al imbecil mal cagado de Don cosme. Solo escribe BOLUDECES a mansalva pero no dice absolutamente nada. Parece la Kretina que habla 2 horas de pelotudeces sin respirar solo para no decirnos nada o para inaugurar un puesto de choripanes o algo ya inaugurado hace años. Por si no se dieron cuenta los KK le huyen al debate de la realidad donde pierden por goleada para desviar todo hacia la nada misma y con eso engancharnos todos. Los ciberKK de este blog son eso, la nada misma….

  23. Y?:
    No pretendo un liberal hipoalérgico. Me importa un bledo.
    Sólo sostengo que el liberalismo murió en 1930 en la Argentina.

    Si soy liberal es en los derechos de las personas.
    En cuanto al manejo económico de un país, hay que armar un poco y un poco, como en todos lados.

  24. Martínez de Hoz no era liberal, porque la tablita no era liberal.

    Alemann no era liberal porque cobraba una jubilación de privilegio, y eso no es de liberal.

    Es como cuando el FMI hace desastres, y sale diciendo que la culpa es de alguno que no aplicó sus recetas con la profundidad requerida.

    Que hipócritas hijos de p.

  25. Qué pasó, morsa? Te echaron del edificio dónde estabas de abrepuertas? O estás de franco? Ayer (domingo) anduviste escribiendo por acá y hoy estás desde temprano. No podés ser tan looser.

    Me voy a dar clases de escultura, que las instalaciones no se hacen solas.
    Sevemo.

  26. cosmecómico; si lo que hirió tu orgullo fue el comentario sobre los lugares comunes lo siento, pero eso se desprendió después de leer tu primer post. Fue el tono de tu comentario, un tono jactancioso, lo que disparó mi réplica. Que alguien pretenda dar lecciones de sabiduría en un blog o en cualquier otro medio no me parece apropiado, me jode. Adiós