Hoy me levanté, agarré los diarios, prendí la compu, leí internet, escuché la radio, miré los noticieros, y nada. No ha pasado nada de relevancia. Estan todos embobados con las elecciones norteamericanas. Uno supone que es porque en parte depende nuestro futuro de lo que pase en los Estados Unidos. Piensen en frío, y se darán cuenta que las únicas veces que nuestros destinos estuvieron vinculados directamente al país del norte, fueron situaciones dramáticas, desopilantes, ajenas a cualquier manual de relaciones internacionales básico, fuera de toda normativa de derecho internacional público.
Pero indirectamente, querramos o no, lo que pasa allá repercute aquí. Porque si Japón, con una economía muchísimo más sólida que la nuestra, siente como propios los temblores financieros de Nueva York, imagínense que nosotros, 36 millones de inoperantes e irresponsables cívicos, no podemos quedarnos afuera.
Ciertamente, estoy algo cansado de los que le echan la culpa a la globalización de lo que pasa en este país. Estoy tan cansado como de escuchar hablar a la Presidente sobre las bondades de nuestros sistema y el plan económico, de los cuales nunca tuvimos una pizca de muestra para poder entenderlo, a no ser que alguien haya tenido al plan de gobierno del Frente para la Victoria, requerido por la ley electoral pero jamás presentado.
Un país puede elegir, en función de sus recursos naturales o poblacionales cuál es el modelo económico a seguir. Se puede tener 3 árboles, 30 volcanes y 500 millones de orientales, y convertirse en potencia industrial, tener solo desierto pero caminar sobre un mar de petróleo, o millones de hectáreas de tierra fertil y transformarse en un país agroexportador. Nuestro país ha tenido a lo largo de su historia, sobradas muestras de poder ostentar las tres cosas. Tanta tierra fertil que si no se barren las banquinas de las rutas, en una semana crece un arbusto. Lugares de la Argentina donde un nene hacía un pozito para construir un castillo de arena y salía despedido por los aires por un chorro de petróleo. Un poder industrial que llegó a contar con coches nacionales capaces de competir con Porsche, Ferrari, Mercedez Benz y Alfa Romeo, aviones militares de punta y modernos y una tecnología de las comunicaciones y el transporte que estaban para competir con cualquier potencia.
En algún punto de la historia, todo se fue a la mierda. Algunos le echarán la culpa al Peronismo por haber transformado un país agroexportador en un país industrial. Otros podrán machacarle al Radicalismo la incapacidad de juntar concenso para diagramar un país a futuro. Algunos serán más mediocres y dirán que todo lo descrito previamente es una fantasía que nos hicieron comer. Y no faltará el pelotudo que se remonte a la época de Rosas y la sustitución de importaciones por manufacturas pedorras locales.
Si hay algo de lo que estoy seguro es que a este país no lo hundieron ni los Radicales, ni los Peronistas, ni los militares, ni los conservadores, ni los progresistas, ni los liberales. Fuimos nosotros. Fueron nuestros antepasados. Fue este pueblo de mierda, del cual formo parte, que desde siempre nos manejamos por un solo interés. El bolsillo propio.
La revolución de 1810, fue una fantochada. Nadie quería ser independiente por principios de sobreanía intelectual, salvo raras excepciones que fueron muriéndose en altamar o mandados en patas y sin un peso a Jujuy, solo queríamos manejar la guita. Al igual que la inmensa mayoría de quienes declararon la Independencia en Estados Unidos, muchos de nuestros primeros gobernantes, también tenían problemas con esas cosas de nadar pagando impuestos.
Después, mal que les pese a nuestros docentes que nos inculcaron que la independencia argentina se hizo sin derramar una gota de sangre, vinieron los 50 años de guerras intestinas, cruentas y sangrientas. Todo para derivar en 1853 en una Constitución Liberal, Republicana, Democrática y Federal, de la cual surgió un Presidente que había luchado en el bando unitario contra el federalismo. Un sujeto que le vendió armas tanto al Paraguay como al Uruguay en la Guerra de la Triple Alianza. Nuestro primer presidente constitucional, también se enriqueció del peor modo con las arcas de la Nación. Y como ya desde entonces teníamos el vicio de la envidia, en vez de crear las condiciones necesarias para poder competir con el Paraguay, fuimos y los hicimos mierda, sacándonos, de paso, a los indios y negros de nuestras tierras.
Tuvimos que bancarnos Presidentes como Sarmiento, quien se quejaba del mal de la extensión como toda causa por la falta de progreso de este país, mientras se traía a las docentes de Estados Unidos, donde se maravillaba de los avances de quienes tuvieron por bandera, desde siempre, el expansionismo territorial y económico. Tuvimos gente como Roque Saenz Peña, quien luego de llegar al poder mediante el único sistema electivo de ese entonces, el fraude, promulgó la ley de voto secreto, universal y obligatorio. Nadie salio a la calle a reclamar un carajo. Los pocos revoltosos que alguna vez hubo en todos esos años, eran unos jóvenes que habían tomado media Provincia de Santa Fe, pero que duraron menos que un pedo en la mano.
Después, algunos se asquearon de que el Radicalismo deviniera en Conservadurismo, que Marcelo T. de Alvear fuera para el Radicalismo lo que Hitler al pacifismo y se fueron. Algunos, como Lisandro de la Torre, siguieron haciendo sonar su voz ante cada injusticia y chanchullo se viera en oficina alguna del Estado. De la Torre se terminó matando, obviamente, al ver que nada rindió sus frutos. Jauretche, Scalabrini Ortiz, Frondizi y compañía, crearon FORJA. Tampoco se entendieron mucho tiempo. Algunos abrazaron el Peronismo, otros volvieron al Radicalismo del que se fueron vomitando odio.
La izquierda argentina, ese invento de los pelotudos que nunca pudieron convencer a más del 1,2% del padrón electoral, se puso en contra del peronismo, se metió dentro del peronismo, fue echada del peronsimo, puso bombas en contra del peronismo, volvió al peronismo, se volvió a ir del peronismo y retornó nuevamente al peronismo. Todo en menos de 60 años.
Nosotros, mientras tanto, nos chupaba todo un huevo, con tal de poder comprar un Ford T, un Chevrolet ´53, un Rambler Ambassaador, un Torino, un Falcon, ir de vacaciones a Chapadmalal, comprar una TV blanco y negro, ir a Miami y trarse una a colores, festejar un Mundial en casa, ir a Florianópolis, volver a ir a Miami, comprar dólares, aunque sean 5 piojosos verdes y no sirvan para una mierda, pero comprarlos por las dudas, llegar al 0 km, conocer el mundo, comprar una Commodore 64, una PC, tener internet, un Tango 300, un Startac, un V3, un iPhone, vestirnos en Christian Dior y, sobre todo, comer un asadito los domingos.
El proyecto de país, que quede en manos de los boludos que ejercen el poder, a quienes votamos sin convicciones, a las apuradas, y sin siquiera haberles pedido nunca un cronograma de qué carajo tenían pensado hacer con nuestro voto. Las únicas veces que el pueblo salió a la calle espontánemante, fue cuando nos tocaron el bolsillo. Siempre, y en esta, no hay excepciones.
Mientras tanto, otros países mucho más miserables que el nuestro, han tenido siempre una idea fija, y si le gusta al mundo, bien, si no le gusta, también. Es su idea y no se van a mover de allí. A lo largo de los siglos, con gobiernos de derecha, de izquierda, militares y demócratas, han mantenido la misma zanahoria en frente del burro y están consiguiendo lo que nosotros, alguna vez, supimos tener y lo despreciamos. Por boludos.
Ahora la Argentina se encuentra a la merced de lo que decidan los votantes de un país al que el 90% de nuestra población nunca viajó y, probablemente, nunca lo haga. Nuestra economía llegó a un punto tan nefasto que sin tener el potencial de Europa, dependemos de la buena fortuna de los norteamericano, como el linyera depende de la suerte de quien le tirará una moneda.
Miércoles. Si la realidad está de paro, yo no puedo laburar.
18 respuestas
Ya lo dijo Luther King ( ya que estamos en el tema ) «Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda»… El problema es que los argentinos vivimos en 4 patas.
Parafraseando el comentario de La Dueña: » ..yo gorila» ( por lo de andar en 4..)!!
Buena! aca coincido bastante somos boludos, pero luego de descrubrir a Dostoievski, leer «Memorias del subsuelo», conocer el antihéroe y que pueden existir personas que se regocijan en sus desgracias me da para pensar que nuestra sociedad puede llegar exhibir este comportamiento. Ya que no hay explicación para que vivamos como vivímos, como dice Mirtha (sofista idolatrada por nuestra sociedad) «en la Argentina tendríamos que ser 40 millones de millonarios» es el primer mandamiento del boludo argentino creer que si tenemos madera, carne, sal, podemos comer un asado pero falta el principal ingrediente y mas importante que es saber asar.
Hay algo que me cuasa mas temor que cualquier cosa y es que nos guste ser boludos. Saludos
Jamás saldremos adelante si no hacemos algo que esté en sintonía con nuestra idiosincracia…o sea, nada que tenga que ver con el trabajo. Somos como nordestinos brasileños pero sin la playa.
No se el resto del país, problema del interior, pero en la capi, estamos hechos.
Propongo fundar la república de Buenos Aires (y que no chillen las provincias que si se ponen de culo les exigimos Visa para cruzar la General Paz, o Master, o efectivo si prefieren, pero que paguen el peaje). Nosotros viviremos de las industrias culturales, del turismo, el lavado de dinero ruso y del puerto.
Suerte!
Definitivamente la culpa es nuestra. Es necesario dejar de pensar en el bolsillo propio y realmente pensar en el país como un todo. Somos argentinos, nos la damos de los mejores del mundo y ni siquiera podemos sacar el país adelante. Tenemos todos los recursos, todas las capacidades y todas las oportunidades. Es cuestión de saber cómo aprovecharlas y realmente convencerse de que la mejor manera de cuidarnos, es cuidar y hacer crecer a nuestro país.
Saludos!
Relato, yo creo que el problema es que tengamos el gobierno que tengamos, siempre nos afanan. No estoy tan segura de que los K sean los únicos chorros.
Tengo toda la sensación de que los políticos esperan a llegar al poder, para poder afanar. Como que el pensamiento común es «tanto tuve que bancarme que afanen otros, y ahora por fin es mi turno!»
¿Entonces cual es la solución?
Puede ser que sea votar a conciencia. Pero, como todos afanan, con eso no alcanza.
Habría que controlar todo lo que el gobierno hace. Entonces los ciudadanos controlan y exigen y denuncian.
También podría haber una comisión que controle a los que controlan, no sea cosa que sean corruptos y se les de por aceptar coimas!
O sea, en realidad, debería haber una comisión que controle, a los que controlan a los controladores.
Sería bueno, habría plena ocupación! Todos cobraríamos un sueldito de controladores, pues el círculo no tiene fin.
Bien Cerriwden, ya tenemos al menos una cosa a favor de Nestor! Yo sabía que algun dia me iba a enterar de que algo bueno hizo!
Bueno, si la verdad que sí.
pero algunos somos más boludos que otros, cada cual en su especialidad.
La mía en particular, fué creer en las madres y todo lo que esto implicaba, hasta que vino Kirchner y me abrió los ojos.
Y, como no hay peor odio que el que fué amor alguna vez,me indigesto cada vez más.
Leí el comentario de Bugman y de inmediato me vino a la cabeza la imagen del primo Eddie de la película «Vacaciones en familia» con Chevy Chase.
Nosotros somos el primo Eddie del mundo.
Cual es la diferencia en que haya ganado Obama o el otro? en definitiva va a hacer lo que el pentagono le dicte…
Relato:
El espejo, fiel a su destino, nos muestra la imagen de lo que supimos ser y somos.
Tu reflexión, lejos de incomodarme, me hace ilusión de cara al futuro. Nunca acertaremos a curar la enfermedad si antes no somos capaces de enfrentar con valentía el diagnóstico de nuestro mal.
Mi respeto y cariño, mucho cariño para Vos, que sos parte del futuro, la más saludable y prometedora.
Yo Argentino!!!
…no tengo la culpa de nada, es por el otro.
Si Relato, es la fantasía constante de que un factor externo nos va a salvar, ahora Obama que es negro se va a sentir identificado por ejemplo con Moyano y por eso va adoptar políticas maravillosas que nos van a permitir salir del pozo de la mano del groncho, que es negro pero no deja de ser Yankee, y que acá gracias a la maquina de desinformar, la gilada piensa que nació en Barracas y es de Boca
El problema es que el realismo mágico nos invade hasta para votar, quien en su sano juicio puede creer en estos estafadores que tenemos ahora y votarlos si no es – como dicen los penalistas – con la voluntad viciada por la magia de creer que todo esta afuera y adentro nada.
MIra vos.. en EEUU tambien votan los muertos. La abu de Obama murio el lunes y hoy leo acá http://ar.news.yahoo.com/s/04112008/59/n-world-1066458-voto-abuela-fallecida-obama.html
Ya no chorearon un patrimonio mas, no se puede confiar en nadie.
Mejor me recluyo a meditar sobre la inmortalidad del cangrejo.
Argentina es, para USA, como ese pariente lejano, molesto y tonto, que se manda todas las macanas posibles y que es preferible ingnorar. Cuando le preguntan dice «Ah…sí, es un primo lejano…nunca lo veo…qué le vamos a hacer, los parientes no se eligen».
DURIIISIMO. Eso de los 36 millones de inoperantes e irresponsables me deprimió. Voy por un tilo y me vuelvo a la cama. Asi no hay terapia que aguante.
Un abrazo
tenes razon yo piensaba y pienso en que carajo nos va a afectar si gana obama, nixon o larry king?
lo que pasa que los medios necesitan okupar espacio, ademas quien necesita a bush teniendo al duo dinamico, batichika y el pinguino??
Llamemos a Jack Bauer, Relato. Si desde 24, esa serie en la que se la pasan hablando por celular, impuso a un presidente negro, con mucho menos nos salva a nosotros.
Slds.
es la realidad que tenemos,
la cleptocracia no paga…
Tal vez msnden a Moreno
a patotear el futuro,,que se lo avisora de lo más negro,
Obama aparte…