Sobredosis Cristinista

Cristina tuvo una semana de gloria como la que a ellas le gusta. Harta de tanta miseria tercermundista, fue a mostrar sus trajecitos por la Gran Manzana y de paso asistir a esas reuniones en la que los Presidentes debaten cosas importantes. Allá es distinto, puede darse el lujo de hablar ante el mundo y no tener que aguantarse a los llorones de Misiones que se quejan por un vientito de mierda. Harta de la falta de compromiso y la discriminación de este pueblo para con los distintos, se bajó del Avión y lo primero que hizo fue ir a dar una charla al Foro de Líderes Mundiales.
Luego de decir buenas tardes a todos y a todas, la gente se empezó a tocar la cucarachita por donde salía la traducción. No era una falla en el sistema, era el intérprete que se quería cortar las venas con la salchicha del Hot Dog al tener que traducirla. «Good evening to everybody and…ehm…everybody? What the fuck…» arrancó la exposición de nuestra Presi. Prosiguió contándoles que en Argentina era el día del Estudiante y que notaba que ellos no eran solamente de Estados Unidos, ya que lo podía percibir por sus caras y sus colores de piel. Un fenómeno.

Luego de tamaña introducción, contó que la Argentina había crecido en los últimos años a Tasas Chinas y que en los ´90 esto no había sido así por culpa del Consenso de Washington. Siguió con que la culpa fue del FMI y que en 2001 todo implosionó. Como dicen algunas películas: «cualquier similitud con lo que acontece actualmente en algunos centros del mundo es pura casualidad». Después de criticar el sistema capitalista y nombrar todos los números de sus gestión, dijo que tuvo que hacer un préstamo a General Motors para que pudiera financiar un nuevo modelo de auto. Me acuerdo que cuando fui a realizar la inversión con los directivos de General Motors, allí en Rosario, yo les decía: si alguien me hubiera dicho, en mis épocas de estudiante universitaria, en los años 70, en la UNLP, en la Universidad Nacional de La Plata, no solamente que algún día iba a ser Presidenta, sino que además cuando fuera Presidenta le iba a dar un préstamo, por parte de la Argentina, a General Motors seguramente hubieran dicho esta mujer está desvariando. Mientras el intérprete ya estaba al borde del incendio cerebral, llegan las preguntas de los estudiantes. Luego que se aclarara que ella sí era Presidente de un país y que lo que dijo no era parte de una broma, quedaron solamente el que preguntó por la Ley de Medios y el que dijo cómo podía hacer para que Argentina clasifique para el mundial de fútbol.

Al día siguiente se presentó en el Council of the Americas para hablar y de paso ver si captaba alguna inversión para nuestro país. Dispuesta a ello arranco con un Buenos días, muchas gracias por estar aquí, su empresa es la única que no invierte en la Argentina. Apúrese porque tiene que hacer inversiones prontamente en la Argentina, donde además del acceso a la red para todas las tecnologías vinculadas con lo mismo, diseño de software, tenemos leyes promocionales en materia de tecnología muy importantes, así que ya que es el único no ha invertido en la Argentina, apúrese. En serio dijo eso y les juro que no es joda.
Con el correr de los días su estado de ánimo empeoró. Tanto que al llegar su participación en la Asamble de las Naciones Unidas, arrancó hablando de que le cortaron la luz en la Embajada Argentina en Honduras para luego seguir a las puteadas porque nadie hacía nada por el cambio climático, diciendo que las naciones con mayor economía son las que más contribuyen a la contaminación del medio ambiente. Un personal de maestranza que circulaba por allí preguntó por qué la Argentina que está considerada un país emergente, tiene los ríos contaminados como si tuvieramos todos los polos industriales del mundo en nuestro país. De allí saltó sin escalas a la cuestión de las Islas Malvinas, diciendo que en el Reino Unido se siguen haciendo los boludos. Una asensorista que estaba al pedo de la vida y se acercó para pasar el rato, se preguntó si desde la Asamblea del año pasado hasta esta el Gobierno había hecho algo al respecto.
Aterrizó rápidamente en el atentado contra la AMIA diciendo que la Argentina y los Estados Unidos son los dos únicos países de América que sufrieron atentados de terrorismo global. Le dedicó una buena paliza al Presidente Iraní para terminar diciendo que la Argentina no es un país imperialista. Le faltó pedir que se la agarren solamente con Estados Unidos. Un chofer de taxi que entró buscando a un cliente, se preguntó si Cristina no había estado hace un mes cagándose de risa con Hugo Chávez, único presidente en el mundo que defiende al Iraní y si D´Elía no había sido funcionario de Kirchner.
La siguió con la eliminación del delito de calumnias e injurias, paseó por el proyecto de ley para el derecho colectivo de la sociedad para conocer la identidad de los nacidos en cautiverio y terminó hablando de la necesidad de que israelíes y pelestinos vivan en paz en su frontera. Un mozo que andaba retirando tazas de café se preguntó si esta no era la Presidente de un país en el que el mismo Gobierno en vez de pacificar las cosas tira frases lapidarias contra todo aquel que piense distinto. Finalmente retó cual maestra jardinera a las grandes potencias del mundo por no ser responsables en sus liderazgos y saludó a la audiencia, que a esa altura consistía en las tres chicas que estaban pasando el trapo al piso. Una de ellas se preguntó qué hacía un Diputado en la exposición.
Para fortuna de los periodistas argentinos que arribaron a cubrir el evento, en los vuelos de Aerolíneas Argentinas ya se iban informando gracias a El Argentino y Página/12, uno pidió un Clarín y le dijeron que el Sudoku está prohibido en Estados Unidos y Clemente tenía pedido de captura por golpista, así que no podían transportar esos matutinos. Después de terminar de leer el diario de Verbitsky, quienes sobrevivieron al dopaje y no terminaron babeando el apoyabrazos, pudieron planear sus próximas vacaciones en El Calafate, viendo las publicidades del hermoso Hotel Los Sauces, propiedad del matrimonio presidencial.
GREMIALES
Hoy se cumplen 36 años del festejo por parte de los jóvenes idealistas de la década del ’70 enrolados en Montoneros para celebrar el rotundo triunfo de Perón en las elecciones que habían tenido a lugar dos días antes. Fue tanto el jolgorio que tiraron unos 23 tiros contra el cuerpo del Secretario General de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci. Después se cagaron en las patas y no quisieron reconocerlo, pero la Justicia en este país llega. Tardísimo, pero llega. Esta semana empezaron a desfilar por Tribunales los testigos del hecho. Siguen los sospechosos.

 

El de la derecha es a quien los Montos llamaban «traidor»

Más allá de las simpatías partidarias y de que ninguna muerte se justifica, estos imberbes que hoy pintan canas, se cargaron a algo más que un amigo del General Perón. Mataron a quien fue, quizás, el último sindicalista honesto. En estos tiempos que corren es difícil imaginarse a un tipo que con todo el poder que tenía, se quedaba a dormir en su oficina de la CGT de tanto laburar y que al morir dejó un Torino baleado y un departamento de dos ambientes hipotecado. Hoy veremos homenajes que duelen. Camioneros dueños de estancias y hoteles, camilleros con studs de caballos de carreras, taxistas que aseguraron el porvenir de los bisnietos de sus bisnietos, rindiéndole honores a un tipo que los colgaría de los huevos si tuviera la posibilidad de hacerlo.

 

Y algún día sonará el escarmiento.

 

Viernes al fin. Demos gracias a Sai Néstor. ¡Hare Kirchner!

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