Kirchner dejó un legado de consenso. Néstor era amor y unidad. Todo paz y amor, y sin embargo, la catarata de agresiones que tuvimos que escuchar estos días, por parte de quienes nos exigían respeto, no tiene nombre. La actitud de Florencia Peña atacando a los radicales, no la incluyo. Eso fue un paso de comedia para levantar un poco el ánimo.
Dicen que estamos nerviosos, dicen que hay kirchnerismo para rato. Dicen tantas cosas, que uno se pregunta cuál es la necesidad de aclarar tanto. Una de las mejores formas de negar la realidad, es autoconfirmarse a cada rato lo que no se es. Mentirse a uno mismo para no reconocer la verdad de las cosas. Y es que, si bien la verdad es totalmente subjetiva, cuando se llega a una evidencia irrefutable, se recurren a uno de los métodos más humanos que existen: la negación. Hoy por hoy, tenemos a un montón de gente que no está dolida por la muerte de Néstor. Están enojadas. Están furiosas. Están sacadas.
Confirmar una y mil veces que Cristina se la va a bancar. Manifestar todo el tiempo que Cristina tiene fuerza y coraje. Referir una y mil veces que Cristina es una Presidente brillante. Poner a un hombre de Guillermo Moreno para que le agradezca a Cristina ante las cámaras. Todo una gran forma de mentir. Te mienten en la cara. Nos mienten en la cara.
Y tan mentirosos son, que cuando dicen que nosotros -los que no nos tragamos el sapo del modelo de redistribución de riqueza, de la movilidad social ascendente, de los mejores indicadores sociales de la historia- estamos nerviosos, se están engañando a ellos mismos.
Cada tanto, algún avivado con mucho coraje, deja un comentario respaldado en el anonimato, intentando amedrentar. Cada tanto, se les va la mano. Pero últimamente, están de derrape en derrape. Si realmente creen que desde este blog pedorro se puede coordinar algo, están de la cabeza. Si realmente suponen que alguien quiere voltear a Cristina cuando el fiambre de Néstor todavía no se enfrió, fíjensé en el entorno de la Presi, no acá.
Porque cuando recibo comentarios diciendo que voy a terminar en una zanja y dando datos de mi vida privada, me cago de risa. Posta. Me les cago de risa, chicos. Apunten mejor, la amenaza viniendo de ustedes, no amedrenta, no da resultado. Da risa y un poco de lástima, porque me preocupa que tengan tanto odio adentro.
Si quieren un consejo, pregúntense por qué están tan sacados, si recién se murió Néstor, nadie dijo nada y tienen el mejor cuadro político de los últimos 5 milenios, un sindicalismo amigo, el 90% de la gente a favor de ustedes y una Presidente Brillante, lúcida, equilibrada, abogada, peronista y que tomaba todas sus decisiones sola.
El odio sólo genera más odio. Tranqui, preocúpense por seguir gobernando, que desde aquí seguiré pensando lo que se me antoje amparado en un Gobierno que dice defender la libertad de expresión para que se escuchen todas las voces.
Domingo. El odio no puede vencer a las convicciones. Mañana sigue la programación habitual de este blog choto.