Aunque parezca la contrario, no estoy con resaca, este es mi estado natural. Ayer fue un día un tanto raro para lo que estamos acostumbrado en este país y no me refiero solamente a que Néstor perdió. Fueron unas elecciones ordenadas, en lo que hace a nuestra costumbre. Seguro que en comparación a otros países fue un quilombo, pero viendo lo que fue la de 2007, ayer me sentía en Suiza.
Tal vez influyó un poco que es la primera vez que trabajé en la Ciudad de Buenos Aires. No son los mismos los problemas que podemos encontrar en una mesa del Colegio Lincoln de Belgrano que los que podríamos hallar en la EGB n°9 de González Catán, pero allí tampoco hubo problemas. Existieron las boludeces de siempre, esas cosas que uno siente que pasan sólo aquí. Un Colegio en el que la Policía tuvo que romper la puerta de un aula para poder acceder a las urnas, porque eran las 8 y media de la matina y no aparecía ni el portero del establecimiento escolar con alguna llave.
Durante las primeras horas de la mañana, parecía que iba a ser más de lo mismo. Los forros de la Junta Electoral iban paseando por alguna que otra escuela pidiendo documentos a los Fiscales de los partidos y encontraron una anomalía. Los fiscales del PRO tenían tanto morfi que salieron rodando, los Presidentes de Mesa le ponían onda y los de Heller brillaban por su ausencia. No es para menos, el Cooperativista utilizó la guita para otras cosas y no quizo pagar fiscales. La militancia kirchnerista no es gratuita.

Arqueólogos sacando fotos a una especie que desaparece.
El frío era tanto que todos parecíamos oficialistas de lo dura que teníamos la jeta, pero los votantes hicieron lo suyo para que todo fuera más ameno. Algunos colegios parecían la NASA de la cantidad de barbijos que había, y nunca falta la boluda que va con el bebé recién nacido. Como anecdotario, siempre quedan algunas perlitas. Una grosa de la vida es la señora que se escapó de la Gendarmería en la Provincia de Buenos Aires ante la solicitud de ser autoridad de mesa y volvió a votar a la tarde. Si yo fuera el marido, no le llevo los puchos a la Comisaría, sólo para no pasar vergüenza.
En un EGB de Moreno había 3500 personas para 10 mesas. Empezaron a llegar unos micros escolares trasladando a 500 ciudadanos libres para emitir su voto secreto. Tardaron 25 minutos en votar todos, algunos tardaban menos de 5 segundos. El sistema del sobre cerrado al portador a cambio de un sobre abierto cerrado por 50 pesos, sigue dando resultados.
Curioso fue nuevamente ver a dos hombres que perecen en la cola para votar. Si tan sólo hubieran aguardado a emitir su voto, quizás distinta sería la historia del kirchnerismo hoy en día, ya que muertos votantes es lo que sobraron nuevamente, tal como se comprobó en algunas mesas de Almirante Brown, donde a las 5 de la tarde ya habían votado todos los que figuraban en el padrón. A medida que iba avanzando el día, empezaron a sonar algunos teléfonos trayendo noticias de algo más que un empate en la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, cuando nada pudo hacerme superar la emoción de ver los primeros resultados oficiales.

Colorado en llamas, parece que le mostraron una foto del Juez Federal Faggionato Márquez
Son cosas que pasan, a veces se gana, otras se pierde. Sin embargo, esperar hasta las 2 de la mañana para ver la cara sacada de Néstor, no tuvo precio. En el medio, los forros de la JP La Cámpora gritando, callando, sentandose, preguntándose de que van a vivir más adelante, mientras otros comenzaban a practicar el nudo de la corbata que necesitarán para apoyar a De Narváez más adelante. Las convicciones nunca cambian, los que cambian son las caras de quienes ponen la tarasca.
Salió nervioso, con la voz agitada, la roncha en el ojo izquierdo iba creciendo a medida que iba avanzando su discurso. Soberbio, agresivo, reconoció que perdieron pero por muy poco. Error. No perdió por poco. Los números se tienen que interpretar más allá de la frialdad. No es joda que entre Stolbizer y De Narváez hayan duplicado los votos del oficialismo, con todo lo que representa haber sido el Presidente de la Nación con mejor imagen positiva al momento de dejar su cargo. Obviamente, enseguida disparó diciendo que si hubieran ganado, los hubieran acusado de hacer fraude. Lo curioso es que aplicaron fraude de todos modos y ni así ganaron. Es increíble loque puede el compromiso de la gente en participar de las elecciones más allá de emitir solamente el voto. Un fiscal por mesa cambió el rumbo.

«Si hubiéramos tenido ésto de cordura, todo sería distinto»
La culpa fue del otro, como siempre, nunca de ellos. Así como en 2007 hicieron los deberes para que la Ciudad de Buenos Aires quede en manos del PRO, este año hicieron todo lo que pudieron para que De Narváez creciera y lo derrotara. Las culpas las diluyeron criticando a los numeros de los ganadores, sobre todo el del PRO en Capital Federal, diciendo que en 2007 sacaron 60% y ayer un 30%. Lo cierto es que haciendo memoria, habría que recordar que en las elecciones legislativas, no existe el ballotage. Si en 2007 al ballotage hubiera ido Filmus contra Cherashny, probablemente hoy tendríamos tetas postizas como derecho, porque no había forma de que lograran imponerse.
Hoy empezó la debacle real. La renuncia de Néstor Kirchner a la Presidencia de su PJ, era absolutamente previsible en su caracter de lavarse las manos. El PJ no fue como partido en la Provincia de Buenos Aires ni en la Capital Federal, pero se comportó como si el derrotado fuera el Justicialismo. Graciela Ocaña renunció a su cargo de Ministro de Salud y también era previsible. Estaba dando vueltas en la puerta giratoria del Ministerio hace 8 meses y no lograba salir. Alberto Fernández se desligó de todo y dijo que en Capital Federal, Heller perdió porque Kirchner le pidió que no manejara la campaña. Por suerte, Mario Das Neves se acordó de cada una de las acciones de Fernández como Jefe de Gabinete aunque, como siempre, se olvidó de contar todo lo que él hizo como gobernador veleta de kirchner.
La conferencia de prensa de la Presidente a la tarde, ya no me cayó tan mal. Pocas veces dijo tantas boludeces juntas sin que me dieran ganas de tirar el televisor por la ventana. Daba como ternura, repitiendo los mismos dichos que el marido, hablando del golpe de estado en la potencia mundial de Honduras al día siguiente de haber perdido y explicando como quedaba conformada las cámaras, como si a esta altura no supiéramos que perdieron el quo
rum.
Hay mucho por analizar, y lo cierto es que da para rato, pero por ahora de algo estamos seguros. En Capital no los quieren ni los progresistas, en la Provincia de Buenos Aires los Planes Jefes y Jefas de Hogar ya no alcanzan para comprar votos y Cristina no tiene la más pálida idea de para dónde salir corriendo. Después, todo sigue igual. La Capital Federal sigue sin definirte un presidente, pero te define quién se va.
A veces se gana, otras se pierde. De todo se vuelve menos del ridículo, al que se llega muchas veces por la propia soberbia. Esa de la que ellos hicieron alarde durante muchos años y que llegó a su apogeo en la campaña de estas elecciones. De ese ridículo que ellos mismos buscaron, no vuelven nunca más.

¡Pingüino Corazón! ¡Acá tenés los pibes para la liberación!
Saludos a la inmensa masa cibermilitante lenninista neoperonista kirchnerista que nuevamente vieron en el peronismo una posibilidad real para la implementación del socialismo en la Argentina. Peronismo no es izquierda, no es derecha, no es socialismo, no es capitalismo. Peronismo es peronismo. Diría que siguen siendo unos imberbes, pero eso sería reconocerles que al menos tienen huevos. Atrás de un teclado, todos tenemos pantalones largos. Hay que laburar, chicos. Ya va a pasar, al principio les duele, pero luego les gusta.
El resto, tendremos que acostumbrarnos a recordar estos años como divertidos, pocas veces nos cagamos tanto de risa de nuestros gobernantes. En cuanto al país, nos hicieron mierda, es cierto. No tenemos instituciones respetables, pero los jóvenes no están tan descreídos de la democracia como creíamos. Seis años no son nada, todo pasa.

Lunes. Ni facho, ni comunista, ni vendepatria, ni gorila. Argentino y Peronista.